08 enero 2010

Distancia

No se que traerá el tiempo tardío
ni los futuros regalos del viento
untando los pies en la espuma
viendo deshacerse los miedos
en los amores sangrantes de ayer
como el cielomar de caras infinitas
absorvido por los oleajes infrecuentes
encaramandome en los cerros
pensando que así se está a salvo
soñando que así no muere nadie
mientras sangramos en la plaza
mirando idos la tarde pálida
con sus barcos a medio varar
rearmando el desastre hecho
recogiendo los pedazos de polvo
rasgaduras de tiempo abiertas
sobre las que se llora malamente
matando la perra rabiosa
acabando ahogado en alcoholes baratos
provando si estar aturdido no ayuda
a seguir apuñalando a la bestia
o no evitar caer en la amnesia
bajo los soles opacos del puerto
intentos fallidos de un romance astringente
encamaramado en los faroles del mirador

1 comentario:

Libertad dijo...

Por qué motivo no los leo a tiempo?, para incluirlos a mi vocabulario, y para saber que la distancia mata, y si no mata, no fortalece, no al corazón por lo menos, a menos que fortalecer realmente sea endurecer y y dejar de sentir. No quiero más distancia, no quiero perder más mis ojos en el sur, no quiero más escritos autistas con clamor de auxilio. No quiero esta capital, y no estoy segura de lo que quiero. Un abrazo compa! Este poema, antipoema, superpoema, es la vida! :)