09 junio 2016

Niebla

La arena como ceniza
el cuerpo muerto esperando el alba
afuera el aullido domina la marea
y los cipreses son la mujer del pescador
un puñado de sal ha teñido el vidrio
débil es la huella que la luna deja
sobre la duna que molde y trazo 
marca de otros en la que yace
le ruido blanco de esa otra marea

acunado contra su seno
de espaldas el horizonte mira
displicente el rostro con fauces de oro
aplasta las sienes y tiñe nuevamente
los extremos se ablandan
la piel reclama lo que el mar
cree es suyo por derecho
los parpados ceden víctimas del peso
menguante el suspiro sobre los puños
no hay otra carnada mas la propia

colgado de puntillas contra el suelo
la helada caricia abraza la carne
arrancando el verso de los labios
alta la vista buscando una imagen 
la pisada torcida donde responde
silente el viento contra el borde
no hay mas calma que la misma
el golpe como un eco sobre la ribera

buscando la marca indeleble
una vez más el cielo se enturbia
con claridad  la mancha en el espejo
traza la ruta a la bandada errática
comida en tránsito fuera de alcance 
mas la sombra se alimenta de otra
bocado contra bocado contra acero
contra el cuerpo muerto esperando el alba
manchas en la superficie como lentejuelas
la marca del quejido una última bocanada

persiguiendo el faro como la travesía
Ulises atado al mástil de un naufragio
con la cara caída arrimas la barca
boca abajo río arriba mar adentro
con el pecho rojo descubierto desde dentro
el frío toque del retorno de la ola
describe las pisadas en el lecho oscuro
con la arena entre los dientes
negra como ceniza



19 mayo 2013

Chacabuco, 1960

Gemidos ahogados
el murmullo de la calle
es la noche y su amaine
el recuerdo insistente
es la nota del encuentro
el desquite
las ansias
el placer culpable
la cuenta de cierre en el bar
como si ya no fuera suficiente
habernos tomado todo
las cervezas
los liceos
ahora queremos las calles
un baile en el silencio
de nuestra embriaguez
y somos el ruido clandestino
la confesión de escándalo
mis ganas de probarte
los perros
los compañeros
la casualidad
mi sorpresa de media tarde
las ganas a medianoche
besos con venganza no dirigida
asirte con una mano
mientras con la otra me sacio
es el momento
no es el lugar
es el lugar
somos lucida embriaguez
soy ruego
somos promesa
de una siguiente vez
sobre una cama



05 enero 2012

Arde papi


Si Rokha estuviera vivo estaría preguntando
por la abuela del Brazos Cortos ese
o por la vieja de la Matthei o parando barricadas
con sus dieciocho hermanos.
Ya no hubiera sido la peste de piojosos
bajando de su proletario infierno
o la figura criolla aburguesada
que le gustaba sobar de vez en vez,
hubiera sido la Camilita u otra loca del Partío,
hubiera sido otro el fetiche con el cual fijarse
y terminar haciendo una poesía popera,
bien snob-transgresor ¿me cachai?
así,bien de Bar The Clinic.

Reescribo el poema y ya no veo
al inquilino piojento y hediondo a cuerpo,
ahora es la proyección futurista posmo
la romanticona, el encapuchao' mediolumpen
en el medio de una marcha por la reivindicación
de los derechos de un pueblo extinto,
veo a Lemún, a Catrileo, los mapuches de mierda;
veo a mi vieja sacándose cresta y tres cuartos,
Y veo los mismos patriotas y sicarios,
la misma repre, El Malo cantando desde la celda.
Es la misma decadencia, el mismo desencanto
este horror NAZIonal, como diría Mañuco.

La misma rancha, los pobres hijos de puta
la turba desclasada que viene bajando de la toma
a comprar su su plasma de 100 pulgadas ashedé
a estos muertos de hambre no les daría un verso
Si Rokha estuviera vivo no los lloraría tanto
no los escribiría tanto porque están out
in es protestar con un cartel de papel reciclado.
No se hubiera creído tampoco a los otros possers
a los Tellier a los Gutierres, a este pecé renovado
Rokha hubiera pasado agosto apedreando pacos
si este viejo viviera no hubiera escrito el poema
lo hubiera vivido, lo habría tuiteado
y subido a yutú y se lo hubiera comido la repre.

Habría parado tomas, presidido un CONFECh, 
se habría comido a la Vallejos camino de Francia
hubiera sido un ultra, piquetero, un desclasado,
una viuda de Allende, un okupa, el pelao'
que le pegó al chico Peña en un allanamiento
en La Florida, el del caso Bombas,
hubiera cantado con Redolés o con Viglietti
hubiera gritado por el Compañero caído
y la vendetta correspondiente contra el Tata.
No habría sido poeta, un inútil subversivo, un endeudado, 
un usuario de Transantiago, un tata
con añejos resabios guevaristas y cienfueguistas
En su misantropía bukowskiana se hubiera 
cagado en Neruda otra vez sin pensarlo.
Hubiera usado jeans y zapatilla.
Hubiera reescrito la Historia.

Y el Gabriel y la Vicenta hubieran estado
en la misma pará que este otro viejo
repartiendo camote a cuanto paco se cruce,
les habrían metido cuanta ley hay en el Penal.
Tendríamos tres mártires.

Es imposible reescribir a estos inquilinos
sin parecer más romántico que el propio viejo.
Piedra, corazón de colibrí,
pena ahogada en un vaso de tinto vigoteao',
bala perdida en otra cabeza perdida en otra bala.
Hubiera muerto para un Día del Joven Combatiente
o para un Once, en la Victoria o en Temukuikui
Los inquilinos no es más que la historia de Chile,
el montoncito de tierra bajo la alfombra,
los siglos de esclavitud, las décadas de dictadura,
son los mismos cholos hediondos a fonola,
el piso de tierra, el hambre, el pan duro.
Somos ese mismo pueblo, las manitos de Luchín
los Vergara Toledo, los Presos Politicos Mapuches, las viejas del ANDHA
los hijos de paco, la madre del desaparecido.
hay que darles por el culo a estos hijoeputas
como gritaba alguien allá por el 1810.

15 septiembre 2011

La vuelta

La carne equivocada
el siguiente error
es la mirada ciega
el otro sonido desde lo alto
o el relampago débil
sobre el agua que escurre
el agrio sabor de la piel
lengua afuera como si jadeara
tal perro de pelea
cabeza agacha a ojos cerrados
rodillas al suelo
otro rezo perdido en vano
sobre el ruido de afuera
y el cemento cómplice
orada otro agujero en la piel
martirio del pecador
como si importara el dolor
otro palmo de piel en tinta
el intento fúril de morderte
los labios o la lengua
silencio a fuerza no es silencio
tortura autoerórica
triste esfuerzo por vivir
muerto en vida

05 agosto 2010

Plegaria

No es la gracia tras el salto
ni la evocación pobre del ensueño
fúnebre vista a destiempo
otro punto al suspenso
la tierra no tiembla esta vez
paso ligero y la gracia tras el giro
contorsión pétrea del encanto
la maravilla desplegada en el aire
el rasgo distintivo en el sol
una mancha cernida en el suelo
el disparo en silencio de la presa
la tierra redobla el compás
la gracia tras el despliegue
veloz sonido mortuorio
y el estruendo venido a menos
otro rasgo distintivo en el sol
y una mancha esparcida en el suelo
el fatuo alarido y la exhalación siguiente
el suelo no tiembla otra vez

27 julio 2010

Desvarío número 2

La calle urde un acierto
una eventual trama esporádica
el suceso perdido
como la palabra ciega
azotada contra los postes
la llorona y mezquina guardia
con la vista pegada al suelo
en vergüenza del espacio
suelto el verbo ajeno
entre caras flojas de sazón

Luna tácita
resumen agónico del día

12 junio 2010

Desvarío número 1

No hay sosiego en el olvido

Rastro saldado en la boca
memoria perdida en placer
tras las puertas efímeras
la noche sucumbe temprana
amanecida en llanto
y un deseo oblicuo
el rastro de sal en la boca
la pertinencia inherente

La cohesión propia
de dos mañanas
que colisionan en el sur
de los cuerpos
que danzan entre ellas

Un punto en el aire

El singular plagio
eco de otras voces
esa palabra sostenida
muda intervención de tiempo
entre planos contiguos
pequeñas fichas de cielo
aquel mutuo acuerdo
perversa necesidad
la fantasía obligada
cálido espasmo nocturno
blanco en el silencio
recurrente espera ciega
en el mismo lugar común

Vocablo pobre
la violación continua
y el hijo paria de esta boca
escasa palabra reseca
anidada en el ceno
el grito ahogado en el eco

Una pupila a destiempo
ese tuerto sonido
desgarro de sábanas
tibio en el frío
a contraluz

30 abril 2010

Movimiento perpetuo

las pisadas caen silentes
y el aire dibuja arreboles
el vaivén de los cuerpos
el sutil juego erótico
acompañado de la mirada
ese ojo cómplice que
atenta en el fugaz contacto
dispersar las ideas en la calle
como queriendo hacer otra
imperfecta vista aleatoria
de una vía de pensamientos
lanzando puentes al infinito
y ver los reflejos del rostro
en tus pupilas pardas
y de vuelta al inefable
acto del movimiento
por la rúa fría de entes
en busca de otros espejos

23 abril 2010

Realidades fragmentadas

Creo que es válido, para esta entrada, justificar que significa esto. Desde hace varios meses, cada día se ha vuelto una batalla por querer congregar palabras, ver florecer las tristes metáforas que rara vez acuden al llamado, llamado que es día a día mas escueto y difónico. Lo comprendo, mi cabeza y mi cuerpo no han estado estables desde hace un buen tiempo hasta esta parte.

Por eso mismo decidí sumergirme en esos textos viejos, que me llaman sutilmente a continuar en este trabajo: Una suerte de poiesis contemporanea.

III
Que mi vida apologice
la existencia de miles
que han muerto antes que yo
antes que tú, antes que el tiempo
que el sueño de los otros
(nuestra ventaja)
que la vida no es larga
que el sueño no es eterno
apúrense compañeros
que ellos están
tomando una siesta.

IV
Con los pies en el agua
salimos a sacudir las gotas
de lluvia en el camino
de las barriadas altas
que se cimbran entre
los estrechos cordones
de la alta tensión.

V
Significativamente caemos
dentro del barullo doméstico
entre cacerolas y un fuego:
El del placer vulgar de acostarse
en el pasto con los pantalones
abajo.

VI
El cenit de la noche
desdibuja los pasos
de quienes persiguen soles
en las viseras del tiempo.

X
Tras las pálidas eclipses
escondemos el terror abierto
juego obscuro de sentimientos
como en el patio en plena luz
del incandescente sol fluorescente
húmedo poste taciturno y receloso
junto al que se apoya tu inocencia
apelando a las mañanas antiguas
que pudorosamente nos visten
para salir a la calle, a olvidar.

VIII
Con las penas al aire
reivindico dolores que flotan
sobre las aguas de los canales
sobre estrechos lugares
que perforan suplicios tristes
frente al camino con rumbo al sur.

VII
Tus cartas y las mías
los lugaras, tu cuerpo
los años y los dolores
son piezas de un puzle
que rompe esquemas
yuxtaponiendo deseos
sobre verdades a tientas
dejando los cuerpos
a la deriva en mar abierto.

IX
El retorno se hace lento
con el esternón abierto
perdido en el vacío
entre lo que será y lo que fué
con el remordimiento
de no ser quién no soy
ante los ojos de los espejos
levemente enterrados en la arena.