23 abril 2010

Realidades fragmentadas

Creo que es válido, para esta entrada, justificar que significa esto. Desde hace varios meses, cada día se ha vuelto una batalla por querer congregar palabras, ver florecer las tristes metáforas que rara vez acuden al llamado, llamado que es día a día mas escueto y difónico. Lo comprendo, mi cabeza y mi cuerpo no han estado estables desde hace un buen tiempo hasta esta parte.

Por eso mismo decidí sumergirme en esos textos viejos, que me llaman sutilmente a continuar en este trabajo: Una suerte de poiesis contemporanea.

III
Que mi vida apologice
la existencia de miles
que han muerto antes que yo
antes que tú, antes que el tiempo
que el sueño de los otros
(nuestra ventaja)
que la vida no es larga
que el sueño no es eterno
apúrense compañeros
que ellos están
tomando una siesta.

IV
Con los pies en el agua
salimos a sacudir las gotas
de lluvia en el camino
de las barriadas altas
que se cimbran entre
los estrechos cordones
de la alta tensión.

V
Significativamente caemos
dentro del barullo doméstico
entre cacerolas y un fuego:
El del placer vulgar de acostarse
en el pasto con los pantalones
abajo.

VI
El cenit de la noche
desdibuja los pasos
de quienes persiguen soles
en las viseras del tiempo.

X
Tras las pálidas eclipses
escondemos el terror abierto
juego obscuro de sentimientos
como en el patio en plena luz
del incandescente sol fluorescente
húmedo poste taciturno y receloso
junto al que se apoya tu inocencia
apelando a las mañanas antiguas
que pudorosamente nos visten
para salir a la calle, a olvidar.

VIII
Con las penas al aire
reivindico dolores que flotan
sobre las aguas de los canales
sobre estrechos lugares
que perforan suplicios tristes
frente al camino con rumbo al sur.

VII
Tus cartas y las mías
los lugaras, tu cuerpo
los años y los dolores
son piezas de un puzle
que rompe esquemas
yuxtaponiendo deseos
sobre verdades a tientas
dejando los cuerpos
a la deriva en mar abierto.

IX
El retorno se hace lento
con el esternón abierto
perdido en el vacío
entre lo que será y lo que fué
con el remordimiento
de no ser quién no soy
ante los ojos de los espejos
levemente enterrados en la arena.

2 comentarios:

Libertad dijo...

Las musas, las musas, corren despavoridas al ver que ratas como nosotros las necesitamos. En ti... las musas sobran, son prescindibles. Compañero, se siente en el pecho, un ardor desesperado, que guarda con recelo el orgullo de los condenados! Sé que no sabes, lo que habla la demente, y que luego de distintas lecturas le darás un significado, tal vez muy distinto al que yo le he dado, sea como sea... sé que marcará! Un abrazo compañero, con personas como usted, estoy dispuesta a oír poesía mientras la luna baña al Calle Calle, sin que me de alergia.

:)

Rolo dijo...

Atropeyé a un weon curao. Ya se viene solo por blog.