A la luz de un candelabro
contemplo aquella cama
satisfecha de tu presencia
clamando mis extremos
para descubrir los secretos
del día, de la noche
de esa antigua alquimia que crean
nuestros cuerpos en roce
contemplo aquella cama
satisfecha de tu presencia
clamando mis extremos
para descubrir los secretos
del día, de la noche
de esa antigua alquimia que crean
nuestros cuerpos en roce
1 comentario:
Sí weón, reconocería que eso lo escribiste tú aunque me lo mostraran en ruso.
Siempre me gusta leer lo que escribes, tene algo extraño, como loco.
Sos un loquillo (:
Cuídate Bruno, nos veremos por ahí
Un abrazo hondo!
Demi.-
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